Übersetzung/Traducción Semana Santa en León: Un baile con 1.000 kilos sobre los hombros

León · Las procesiones de Semana Santa en España son profesión de fe y actuación al mismo tiempo - como demuestra una visita en León.

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Bumm. Al primer golpe de tambor sigue un segundo, después otro. Suena una campana, de sonido claro, que por un momento se abre paso a través del murmullo de la multitud de espectadores al borde de la calle de este martes de tarde en León.

En la ciudad española de 130.000 habitantes, estación de peregrinaje en el Camino de Santiago, a 340 kilómetros de Madrid en el noroeste del país, la campana es señal de partida para los papones. 86 miembros de la Cofradía del Santo Cristo del Perdón - encapuchados en sus túnicas de penitencia, visibles solo los ojos - se colocan en fila al lado de su paso y lo levantan acostado en sus hombros. El diseño de la tabla muestra escenas de la Biblia, en este caso la "Condena de Cristo". Figuras poderosas posadas en un mar de flores se levantan por encima de los portadores. Un paso puede tener un peso de hasta 1.000 kilos.

Los penitentes encapuchados se ponen en marcha, dirigidos por el "Seise" que especifica la ruta por delante, acompañados de "Manolas", mujeres de luto en sus vestidos negros, y portadores de banderas y cruces, niños y músicos. Sus tambores y sonidos de trompeta marcan el ritmo, pujando (como se dice en León) avanza el desfile lentamente, que en realidad se compone de varios pasos. Durante horas, a veces bailando cuando los portadores balancean su "trono" de un lado a otro, interrumpidos por una pausa debido a un canto o un acto frente a una iglesia. Hace calor debajo del capucho, el termómetro muestra 23 grados en León. Y el visitante se pregunta: ¿Por qué se someten a esto?

Javier Fernández Alvarez estuvo el domingo en la calle, con otra procesión. "Yo salgo, porque me siento bien con lo que llevo", y se refiere con ello al paso en sus hombros. Dice que la túnica sirve de penitencia y que es un signo de luto. Javier, de 37 años de edad, está sentado en un café del centro. En la Semana Santa tiene poco tiempo entre su trabajo y su tarea como bracero. Así se llaman (en León) los papones que cargan el Paso.

16 hermandades, 20.000 papones

Javier está involucrado en dos cofradías de la ciudad. Es uno de 20.000 papones, hombres y mujeres, que forman parte de las 16 hermandades - y que son activos no solo en época de pascua. Las cofradías se dedican también a donaciones de alimentos o acompañamiento de personas enfermas. Se llaman "María del dulce nombre" o "Agonía de nuestro Señor," las más antiguas tienen 400 años de edad. Las de Javier son la "Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz" y "del Cristo del Gran Poder". Javier se incorporó hace cinco años. Cargando con el paso por la ciudad le pasan pensamientos como agradecimiento, favores o simplemente nada por la mente, dice Javier. "Es una forma de sufrir."

No está solo con sí mismo en una marcha. La procesión de martes tarde no es la única, donde jóvenes y viejos están apretados unos a otros al borde del desfile, los móviles alzados. La Semana Santa atrae a los espectadores. Los hoteles de la ciudad están ocupados, dice Manuel Ángel Fernández Díez. El presidente de la Junta Mayor de la Semana Santa es también bracero.

A medida que la marcha se acerca, la multitud comenta la calor, las flores, la música, ríe, come (por ejemplo patatas fritas) o lía un cigarrillo - como puede observarse en un grupo de cinco jóvenes al margen de la ruta del desfile. "Sentimientos religiosos no tenemos. La Semana Santa es más tradición", dicen, pero ponen claro que la procesión no es un espectáculo: Tres de ellos mismos han participado en una marcha.

"Mi abuelo era papón, mi padre, mis hijas, yo también", dice Fernández Díez. El habla de la tradición en las familias de León, las marchas de la Semana Santa son actos de fe y cultura. Fernández Díez quiere promover la Semana Santa de su ciudad natal, incluso en los países vecinos. Ya actualmente las procesiones en León están tituladas junto a las de Sevilla o Málaga como de interés turístico internacional. "Aquí puede participar cualquiera, siendo bautizado", explica Fernández Díez, de 49 años de edad. Él ve el futuro asegurado, muchos niños participan ya como papones pequeños.

Música, flores, creencia

A mucha gente le gusta la música o la decoración de flores, cree Javier, solo una minoría está en la procesión por motivos religiosos. Que algunos en el público vean el acto como una procesión de carnaval, le molesta algo. "Es falta de respeto", cuando caen gritos en vez de reinar el silencio.

En silencio se mantiene María, vendedora ambulante, cuando casi cuatros horas más tarde transita el paso con fuertes sonidos por su lugar ("Mi apellido? Aquí todos me conocen como la de las almendras."). La Semana Santa es algo especial, dice, y económicamente hay más ventas, especialmente por foráneos. La oferta de la vendedora tranquila: gofres dulces y almendras.

Javier ha cargado el domingo pasado un paso de 800 kilos. "Físicamente estoy cansado", dice, frotándose con una sonrisa su hombro. "Pero espiritualmente estoy aliviado." En el 2018 estará participando otra vez en las procesiones. "Cada año más."

Como llegar:
Vuelos desde Alemania a Madrid y Santiago de Compostela, trén rápido desde Madrid.Semana Santa in León

Más de 30 procesiones pueden verse en León entre Domingo de Ramos y Domingo Santo - algunos papones participan incluso dos veces en las procesiones. Destacan la "Ronda" en la noche al Viernes Santo y la "Procesión de los Pasos" con 13 diferentes diseños, que el viernes son llevados por el casco antiguo. Esta procesión comienza a las 7.15 horas de la mañana. Dos horas más tarde se lleva a cabo el deseado "Encuentro" en la Plaza Mayor, la reunión del Paso de San Juan y la "Dolorosa" (María), ante la cual los braceros de San Juan se arrodillan.

En general una procesión puede durar varias horas. Puede tardar hasta una hora en pasar un punto de vista, dependiendo del número de pasos participantes.Enlaces

Orujo y poemas
Una procesión en favor de un borracho - también esto se puede ver en León. Hace 90 años, en la noche de jueves santo a viernes, murió Genarín, un conocido buenvivor. El juerguista notorio fue atropellado por el primer camión de basura motorizado de la ciudad. Un año más tarde, también en la noche a viernes, unos amigos recordaron al bohemio con un desfile, licor y poemas - el principio de la procesión del entierro de Genarín, que hoy en día es un espectáculo: miles de personas acompañan el paso del borracho y de otras figuras tales como la muerte o una prostituta por las calles del Barrio Húmedo - la zona de ocio de la ciudad con numerosos bares en su interior.

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